Bratislava, antigua ciudad imperial
y capital de la joven Eslovaquia, está enclavada junto al mítico Danubio, en una
colina de los Cárpatos occidentales. Si se contempla desde los muelles donde
atracan los cruceros que viajan de Viena a Budapest, se avistan su altivo
castillo y el robusto Puente Viejo, edificado en 1890 y durante ochenta años el
único que cruzaba el Danubio en Bratislava.
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